Introducción
En tiempos remotos, en el máximo esplendor del imperio romano, el César organizaba unos sangrientos, populares y morbosos juegos en la arena del Coliseo. Lamentablemente el emperador Marco Aurelio los prohibió durante su gobierno, y muchos de los nobles y lanistas que poseían establos de gladiadores o incluso academias, tuvieron que conformarse con organizar combates en pequeños pozos de lucha dispersos por las provincias romanas.
En Ludi Gladiatorum, tienes (uno o) un puñado de esclavos y algunos sestercios. ¿Quieres probar suerte? Si tienes paciencia, dinero, preparas buenos luchadores y, los dioses están contigo, quizá puedas llevar a tus campeones hasta el mismísimo Coliseo.
Nota del diseñador
Este escueto sistema de reglas para combates con miniaturas (o contadores) en un tablero hexagonazo, es una condensación de “El Duelo”, básicamente el mismo juego pero en un entorno fantástico, con trasgos, minotauros, brujería, etcétera. A diferencia de El Duelo, aquí usarás dados de seis y de diez caras. Las puntuaciones de los luchadores están medidas porcentualmente, de uno a cien y, ciertas opciones están vetadas, no hay magia o equipamiento fuera de contexto. Por lo demás, si jugaste a El Duelo, Ludi Gladiatorum te parecerá creo más sencillo.
No hay que olvidar que, pese a las pretensiones, esté juego apenas es un sistema de combate, mejora de gladiadores y apuestas, que bebe mucho de los juegos de rol. Se recomienda pues, los jugadores tengan capacidad de improvisación y acuerdo para resolver situaciones que no estén contempladas en el reglamento.
Comenzando
Bien, lo primero es determinar cuanto capital disponen los jugadores, a partir de ahora llamados “Lanistas”. Todos los lanistas comienzan con el mismo número de sestercios:
500 sestercios
1000 sestercios
1500 sestercios
2000 sestercios
2500 sestercios
3000 sestercios
Si quieres probar el juego por primera vez, juega un combate simple de uno contra uno, jugando cada lanista con 500 sestercios de partida, ello permitirá la adquisición de un luchador esclavo y cierto margen monetario para apostar.
Puertas bajo la Montaña 